Unas de nuestras herramientas preferidas en nuestro trabajo y para nuestro desarrollo personal, son los cristales. Con ellos podemos trabajar los chakras, nos ayudan a subir nuestra frecuencia, a deshacer bloqueos…

Hoy nos gustaría hablar de uno que nos apasiona, nos llama, no sólo por sus propiedades sino por su color, por su historia. Es el Lapislázuli.
También se le llama lapis.

Un mineral muy valorado en el antiguo Egipto donde se le otorgó incluso poderes sobrenaturales por lo que lo utilizaban para rituales ya que era considerada como la piedra de conexión con los dioses estelares de sus creencias religiosas y espirituales.
Los egipcios afirmaban que el color azul del lapis era una reminiscencia a los cielos y simbolizaba la creación y el renacimiento.
Con el lapislázuli realizaron amuletos, tallas ornamentales y utilizaban polvo de lapis como sombra de ojos.
Desde los tiempos de la Atlántida y Egipto ha sido utilizada para canalizar y acceder a mundos internos.

Con él podemos trabajar el chakra garganta y el chakra del entrecejo.
Fundamentalmente se utiliza para desarrollar, potenciar la clarividencia, la intuición y promueve el entendimiento.
Para potenciar y equilibrar cualidades de los dos hemisferios cerebrales.

A nivel del chakra garganta equilibra, refuerza la glándula tiroides. Hemos podido comprobar también a través de imposición cristaloterapeuta su acción antiinflamatoria en este chakra, concretamente en amigdalitis con resultados sorprendentes en algunos casos.

Las inclusiones de pirita le aportan más energía dinamizadora y hace que se pueda utilizar para el tratamiento del plexo solar.

¿Cómo podemos utilizarlo para desarrollar nuestra intuición?

Hazte con 3 piezas de lapislázuli, una para llevar colgada a la altura del chakra corazón, como colgante, ya que el corazón tiene el mayor campo electromagnético del cuerpo, otra para meter en almohada y equilibrar hemisferios cerebrales mientras duermes y la tercera para realizarte una imposición de 15 minutos al día en el tercer ojo.

Antes de comenzar frotate las manos mientras realizas 3 respiraciones profundas. Durante esta imposición debes estar relajado/a, centrarte primero en tu chakra corazón y después continúa centrada en tu respiración y en el color azul.

Fuente: traselvelo.blog